jueves, 24 de noviembre de 2011

Autocomplacencia


A decir verdad, yo soy una persona muy imaginativa. Siempre espero más de lo que puedo obtener o me imagino cosas que no son probables que puedan pasar. Esta forma de pensar tiene algo bueno y negativo: el lado positivo, es que te inspira a dar lo mejor de vos para poder lograr lo que querés; el lado negativo es que es muy fácil sentirse decepcionada cuando las cosas no resultan ser como querés. Muchas veces me da un sentimiento de autocomplacencia, en la que solo pienso en hacer cosas por mi propio bien sin pensar en cómo vayan a afectar a los otros.
                Cuando pienso en autocomplacencia, automáticamente se me viene a la cabeza un conflicto familiar en el que siempre me encuentro. Casi siempre los domingos salimos a comer con mi familia. Tratamos de conocer nuevos restaurantes, entonces siempre que salimos elegimos uno diferente. Mi problema es que hay muchos tipos de comida que no me gustan, y siempre me quejo cuando deciden comer algo les gusta a ellos y a mí no. Es una pelea constante entre mis papás y yo, porque ellos tienen gustos muy diferentes y no tienden a cambiar de opinión una vez que se deciden. Usualmente cuando llegamos al restaurante me pongo de malhumor o empiezo a rogarles que nos vayamos a comer a otro lugar. Ellos siempre terminan enojándose conmigo por molestarlos tanto, y me obligan a quedarme.
                Tengo que admitir que muchas me encuentro en una posición donde no me gusta mucho de lo que ofrecen en el menú, y hasta hay veces que mis padres terminan pensando igual que yo; pero la mayoría de las veces termino probando comida que nunca había probado y la disfruto bastante. A veces mi mayor problema es que no me gusta probar cosas nuevas por miedo que no me vayan a gustar al final. Agradezco que me den un empujón cuando lo necesito, porque si no seguiría siendo la misma persona aburrida de siempre.
                Esto no me pasa solamente en restaurantes, pero también en la casa cuando vamos a cenar todos juntos. Todos los días mi familia y yo nos sentamos a comer juntos en la mesa del comedor y hablamos sobre cosas de nuestro día, o cualquier tema que se nos ocurra. Generalmente mis papás se ponen a hablar de temas políticos o sobre cosas del trabajo que no nos interesan a mis hermanos y a mí. Siempre pedimos levantarnos de la mesa y no nos dejan por querer pasar tiempo con nosotros. No nos damos cuenta, pero ellos nos dicen que quieren hablarnos porque algún día vamos a crecer e irnos de la casa. Al final del día, reconozco que tienen razón y que en el futuro voy a extrañar esas cenas.

6 comentarios:

  1. Definitivamente esas cenas y esos momentos con la familia son tesoros que hay que aprovechar al máximo. La auto complacencia es difícil ya que a menudo afecta a los seres que más queremos. Debe ser por eso que nuestras familias son aquellas personas que nos aman cuando menos lo merecemos porque es cuando más lo necesitamos. Buena reflexión, piensa en este post la próxima vez que salgas a cenar y te sientas tentada a pelear por la comida y date cuenta del punto de la cena que es la compañía y no la comida.

    ResponderEliminar
  2. Camila muy bien hecho, la introducción ya me hizo querer leer más y saber la comparación entre una persona que tiene una imaginación muy abierta para una persona con autocomplacencia. Esa comparación hace sentido porque una persona que es imaginativa crea expectativa e intenta hacer que la realidad alcancé su expectativa y con eso ellos crean la autocomplacencia. Su ejemplo de autocomplacencia es algo que para muchos vean como algo común y olvidan que nuestros actos en esa situación es algo muy egoísta. Ese ejemplo ya ocurrió conmigo tantas veces y yo nunca he pensado que yo estoy siento egoísta, entonces su post me ayudo a intentar ser una persona mejor y parar de hacer eso que no solamente tu pero yo también hago. Su vida es como la mía y eso me hace tener una relación personal y su post me alegro a ver como yo puedo cambiar para ser mejor. Su post fluye y es tremendamente interesante, muy bien.

    Beatriz Araujo

    ResponderEliminar
  3. Hiciste una buena reflexión sobre la autocomplacencia. Me parece que comprendiste bien en concepto de este tema y lo aplicaste bien en tu vida. Lo mismo pasa conmigo cuando no quiero irme a un cierto lugar con mis padres; siempre acabo poniéndome de malhumor. Me recuerdo que una vez cuando era una niña, yo les había pedido a mis padres desde mucho tiempo atrás para ir a un restaurant que deseaba. Ocurre que no fuimos al restaurant que yo quería y acabamos indo a otro que no me gustaba; me puse tan enojada que no comí y pase toda la tarde hambrienta de malhumor. ¡Fue un pésimo día! Y después me arrepentí de lo que había hecho. Cuando pensamos así, esta situación parece tan precoz, juntamente con el hecho de que solamente estamos pensando en nosotras; puro egoísmo. No obstante, mucho de la autocomplacencia es darte cuenta que te has perdido la cabeza, pero también buscas por una solución mejor. Crecemos, maduramos, y aprendemos con nuestros errores. Creo que es interesante como en el fin intentas concluir buscando una solución para la forma en que actúas. Interesante reflexión.

    ResponderEliminar
  4. Camila, le he echado una mirada a tu blog, y la verdad es que me gustó mucho. Esta entrada muestra buen conocimiento de la autocomplacencia y se nota que entiendes bien el concepto por tus ejemplos. Me alegra ver que admitas de una manera honesta que a veces puedes ser egoísta. Esto muestra mucha madures de tu parte. Me gusta tu ejemplo ya que le pusiste un toque personal y relacionaste la autocomplacencia con tu familia. Me gusta la estructura de tu entrada. Empiezas con una definición solida de que es la autocomplacencia y después la relacionas contigo mismo. La única cosa que le agregaría a tu trabajo sería algo sobre la novela. No mencionaste nada sobre Madame Bovary. Solo por escribir un párrafo más relacionando el tema a la novela, pudiera subir mucho la calidad de este análisis. ¡Buen Trabajo!

    ResponderEliminar
  5. Debemos pensar que nuestra familia es, básicamente, lo único que tenemos en nuestras vidas. Todas las personas pasan por situaciones de autocomplacencia y es extremamente normal. Me parece bien tu ejemplo porque muchas veces creemos que no estamos actuando de manera egoísta y en las cosas más pequeñas, como en la preferencia por ciertas comidas, notamos la autocomplacencia. Como tú misma dijiste, a veces tus padres también actúan como tú y acaban concordando con la preferencia por comidas específicas, eso demuestra que la autocomplacencia no está presente solo por tu parte, pero por la parte de ellos también. Creo que tu entrada refleja muy bien lo que ocurre con la mayoría de los adolescentes, que son la mayoría a ser afectados por la autocomplacencia. Todavía, como Fernando dijo, podrías tener relacionado tu tópico con el libro Madame Bovary, pero lo demás está muy interesante.

    ResponderEliminar
  6. Tus sentimientos de tu familia son casi exactamente lo que pienso yo. Cuando uno no tiene una opción, siempre optara por lo que no puede tener. Lo que más me gusto de tu blog fue tu realización que la familia es sumamente importante en la vida y debemos apreciar que están tan cerca en esta etapa de nuestra vida. Me pareció cómico que hayas usado tu exigencia con la comida para demostrar esta idea. Escogiste un enfoque muy original y creativo, y de verdad se nota que pusiste un buen esfuerzo en este blog. Finalmente, tu organización y tu redacción en el blog son bastante formales pero como tratan de un evento tan personal pudiste tener un balance muy linda. Demostraste una gran madurez con representar a tu familia como seres queridos en vez de gente fastidiosa. Aunque a veces parece ser así, es importante entender la importancia de ellos en nuestra vida.

    ResponderEliminar